¿Qué hacer si tu hijo pequeño pasa demasiado tiempo con dispositivos tecnológicos o videojuegos?

Es evidente que hoy en día la relación de los niños y jóvenes con los dispositivos tecnológicos es, en muchos casos, un problema. Hasta el punto que algunos de ellos sufren una verdadera adicción a los dispositivos o videojuegos.

El uso desmedido de estas tecnologías puede provocar que los niños experimenten un empeoramiento de su rendimiento escolar, aislamiento, pérdida de capacidades sociales, ansiedad y estrés.

Los padres, por lo tanto, deben estar atentos a la relación de sus hijos pequeños con la tecnología y educarles desde bien pronto en que esta relación sea sana.

Pero esto no significa que haya que prohibirles utilizar dispositivos tecnológicos; hacerlo sería un enorme error. La tecnología y el mundo digital está aquí para quedarse, y privar a nuestros hijos de su utilización sería muy contraproducente, ya que en la actualidad, pero sobre todo en los años que están por venir, quien no sepa utilizar perfectamente los dispositivos tecnológicos y digitales será poco menos que un “analfabeto”.

Por lo tanto, la clave está en ponerles límites, en educarles en que se relacionen de forma sana con la tecnología y los videojuegos, pero nunca prohibirles su utilización.

Pero, ¿cómo se consigue esto?

Para empezar, hay que saber cuánto tiempo máximo deberían pasar nuestros hijos pegados a la pantalla sin que sea preocupante. En este sentido, los expertos recomiendan:

  • Los menores de 2 años NO deben usar ningún dispositivo.
  • 30 minutos al día como máximo para niños de 3 a 5 años.
  • 1 hora al día como máximo para niños de 6 a 12 años.
  • 2 horas al día como máximo para niños de 13 a 16 años.

Otra recomendación que resulta indispensable, es que los padres deben predicar con el ejemplo. Si le limitas a tu hijo el uso de los dispositivos, pero ve que tanto mamá como papá se pasan el día cara al móvil, el niño nunca se tomará en serio la restricción y será muy complicado educarle en un uso responsable de la tecnología.

Otra forma muy efectiva es educar a nuestros hijos, desde muy pequeños, en que el uso de la tecnología no tiene por qué ser una actividad solitaria. No le pongas la tele y te vayas a hacer tus cosas; siéntate con tu hijo y mira la tele con él. No le des el móvil o la tablet y te vayas; úsala con él, enséñale a usarla, a utilizar nuevas apps, etc.

Esto también se aplica a los videojuegos. Existen muchos videojuegos infantiles en los que podemos jugar con nuestros hijos.

Si hacemos esto, nuestros hijos crecerán con la concepción mental de que la tecnología se disfruta más en compañía y rehusará por sí solo hacerlo en solitario, o por lo menos, hacerlo únicamente en solitario.   

Otra recomendación es que los padres mantengan una comunicación fluida y constante con los hijos. Que les pregunten por cómo les ha ido el día, sobre sus aficiones y gustos… sobre cualquier cosa. La idea es que los niños, desde bien pequeños, se acostumbren a hablar cara a cara todos los días y durante bastante tiempo. De esta manera, se les antojará extraño y poco deseable el pasarse demasiado tiempo solo, cara a una pantalla, sin hablar ni relacionarse con nadie.

Otra medida, prácticamente imprescindible, es crear zonas y momentos libres de dispositivos en la casa. Buenos ejemplos son:

  • Nada de dispositivos en la cocina
  • Nada de dispositivos mientras se come.
  • Nada de dispositivos a partir de las 10 pm.
  • Nada de dispositivos mientras se está haciendo los deberes de la escuela.

Es una forma de hacerles entender que hay situaciones y lugares en los que los dispositivos tecnológicos no suman, sino que restan.

Por supuesto, es importante que los niños reciban información y formación de cómo deben usar la tecnología, para que no vean contenidos inapropiados ni se relacionen con individuos peligrosos en redes sociales. En este sentido, hay muchas aplicaciones de restricción de contenidos que capan sitios web inapropiados en un dispositivo o PC para que el menor no peda acceder ellos. Es lo que se llaman “aplicaciones de control parental”. Las redes sociales, todas, deberían estar capadas para tus hijos por una aplicación de este tipo hasta que tengan, mínimo, 14 años. Aunque cuando más tarde empiecen a usarlas, mejor.

Para terminar, solo decir a modo de resumen, que la tecnología y el mundo digital no son malos para los niños, al contrario, es bueno, ya que su futuro educativo y laboral pasa por saber usar de forma avanzada la tecnología digital. Las nuevas generaciones son nativas digitales, nos guste o no. Por lo tanto, como padres, nuestro papel es acompañarles en su aprendizaje del mundo digital. Orientarles en su uso y educarles en una relación sana y positiva con la tecnología.

Recuerda que en nuestra App puedes encontrar más consejos sobre este tema que, sin duda, es uno de los que más dudas y miedos suscitan a los padres.

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