La rebeldía o mal comportamiento en hijos de entre 7 y 13 años

La rebeldía o mal comportamiento en hijos de entre 7 y 13 años es uno de los temas más difíciles con los que los padres se enfrentan. Esta etapa es una de las más críticas en el desarrollo de los niños, ya que están aprendiendo a pensar por sí mismos y a hacer elecciones y decisiones que les resultan importantes. Esto puede ser una experiencia desalentadora para los padres, ya que no siempre están preparados para lidiar con la rebeldía de sus hijos.

Sin embargo, hay formas de abordar esta rebeldía que pueden ayudarles a comportarse mejor. Esto no significa que los padres deban ser despreocupados y permitir que sus hijos hagan lo que quieran; al contrario, es importante que los padres sean firmes en sus expectativas y establezcan límites para sus hijos. Esto no significa ser estricto o autoritario, sino establecer un ambiente en el que los hijos puedan crecer y aprender.

Antes de abordar la rebeldía de sus hijos, los padres deben tratar de comprender por qué están actuando de esta manera. Puede ser que los hijos estén tratando de llamar la atención de sus padres, o quizás sientan que su voz no está siendo escuchada. Sea cual sea la razón, es importante que los padres comprendan los sentimientos de sus hijos para poder abordar la situación de manera adecuada.

Una vez que los padres han identificado la causa de la rebeldía, es importante que establezcan una comunicación abierta con sus hijos. Esto significa que los padres deben escuchar a sus hijos sin juzgarlos y respetar sus opiniones. Esto ayudará a los hijos a sentirse respetados y comprendidos, lo que les motivará a comportarse mejor.

Además, es importante que los padres aprovechen la oportunidad para enseñarles a los niños habilidades como la toma de decisiones, el autocontrol y la solución de problemas. Esto les ayudará a desarrollar la madurez necesaria para enfrentar la rebeldía de una manera responsable.

Los padres también deben tratar de establecer una relación de confianza y respeto con sus hijos. Esto significa que los padres deben demostrar a sus hijos que se preocupan por ellos, que los respetan y que están dispuestos a escucharlos y a ayudarlos a lidiar con sus problemas. Esto no solo ayudará a los hijos a comportarse mejor, sino que también les ayudará a desarrollar una relación saludable con sus padres.

Es importante que los padres sean consistentes con el comportamiento deseado. A veces los padres pueden ser demasiado permisivos o demasiado estrictos, lo que puede llevar a los hijos a sentirse confundidos y desanimados. Es importante ser firme pero no demasiado estricto. Los padres deben establecer límites y reglas claras que los hijos puedan entender y seguir.

Los padres también deben asegurarse de que estén alentando al comportamiento deseado. Esto significa que los padres deben recompensar a sus hijos cuando se comportan de manera apropiada y alentarlos a seguir haciéndolo. Esto les ayudará a desarrollar un sentido de responsabilidad y les ayudará a comprender la importancia de comportarse de acuerdo con las expectativas de sus padres.

Finalmente, es importante que los padres tengan paciencia y entiendan que abordar la rebeldía de los hijos de entre 7 y 13 años lleva tiempo. Los padres deben recordar que los hijos están aprendiendo y que sus comportamientos a veces pueden ser desafiantes. Los padres deben ser flexibles y no desanimarse si se enfrentan a la rebeldía de sus hijos. Si los padres mantienen una comunicación abierta, establecen límites y alientan al comportamiento deseado, los hijos eventualmente aprenderán a controlar su comportamiento y a tomar decisiones responsables.

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